miércoles, 21 de octubre de 2009

Arma Fatal

(Hot Fuzz, 2007)





El dúo británico compuesto por el director Edgar Wright y el actor Simon Pegg comenzó a llamar la atención con la divertida serie Spaced, que narraba en clave de humor las desventuras de dos compañeros de piso desde el prisma de las referencias cinéfilas y cultural.
Tras ésta, llegaría Zombies Party, nada brillante traducción española del título original (Shaun of the Dead), que no sólo seguía con ese humor peculiar y esas referencias, sino que ahora lo integraba en un argumento de cine de género, la invasión zombie.
Su trilogía de helados y sangre (llamada así por la presencia tanto de hemoglobina como de Cornettos de colores en cada película) había comenzado con esta película, y a ella habrían de seguirle Arma Fatal y la aun por estrenar The World's End.


Como tantos otros cineastas que comienzan, los británicos entran al mundo del cine con todas esas películas que les marcaron como guía.
Y si algunos cineastas se dejan influenciar por estas referencias y las incluyen en su cine de forma secundaria (Zodiac, Bosque de sombras o The Birthday), otros, como Wright o Quentin Tarantino, las sitúan a un nivel más destacado, pero siempre al servicio de la historia.


Así, reconocer los guiños da un valor extra al film, con la ventaja de que hablamos de una referencialidad mucho más accesible y genérica que la del mencionado director de Kill Bill, con elementos de conocimiento común entre cualquiera que haya visto cine de género negro y de acción. Con estos elementos, tenemos una película especial, pues hablamos de una comedia que hace semiparodia de elementos icónicos del cine que homenajea, pero ejerce a la vez de ejemplo de ese mismo cine.
Es decir, Arma Fatal es a la vez comedia y thriller de acción, funcionando perfectamente en ambos campos.


A esto cabe añadir un prodigioso sentido del revisionado. Wright y Pegg componen un guión de historia algo simple, pero de diálogos y situaciones prodigiosamente trabajadas. Y no sólo por su ingenio y su sentido del humor, que también, sino por su gusto por la autoreferencia.
Arma fatal está absolutamente plagada de bromas y chistes dentro de la propia película, desde los más obvios hasta los más sutiles, que no sólo consiguen una película con un atractivo en cada revisionado, sino que dejan al espectador pensando si detalles determinados son referencias muy rebuscadas o simples casualidades.


Con unos 9 millones de euros presupuesto, Wright demuestra un hacer excelente en su segunda película, sacando el máximo partido a cada céntimo, para lograr una obra verdaderamente entretenida, espectacular y adrenalítica cuando debe, con una última media hora simplemente genial, que deja en evidencia la mayoría del cine de acción actual.
Wright crea un ambiente de pequeño pueblo inglés que tiene más de lo que aparenta, y lo hace con un montaje simplemente prodigioso.


Junto a Chris Dickens, montador ganador del Oscar por Slumdog Millionaire, llena la película de cortes y planos rápidos que, lejos de cansar (como si le sucede a Michael Bay), resultan tan perfectamente calculados que permiten al director dar una emoción genuina a la película (la persecución al salir del supermercado), lo que convierte a Hot Fuzz no sólo en una gran comedia, sino en una de las mejores películas de acción de los últimos años.


Y, por último, de mención obligada resulta su reparto, encabezado por un Simon Pegg que tiene mucho más carisma del que Hollywood quiere darle (relegándole a secundario cómico), y con legendarios actores del cine inglés, incluyendo a un simplemente prodigioso Timothy Dalton, en el papel de su vida (lo cual tampoco es muy difícil).


Arma Fatal es una combinación impresionante de diferentes géneros, que funciona en todos y cada uno de ellos, erigiéndose como una película hilarante, entretenida y, es de agradecer, inteligente.


1 comentario:

  1. Una de las mejores comedias británicas de los últimos tiempos, un thriller lleno de humor y con tantas referencias cinematográficas (John Frankenheimer, John Woo, Michael Bay, Richard Donner)que uno no podría enumerarlas todas. Wright, Pegg y Frost unidos son oro puro.

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