viernes, 9 de octubre de 2009

Kiss Kiss Bang Bang

(2005)





Quien iba a decir que una de las mejores películas de cine negro recientes iba a venir del firmante de la entretenida (pero intrascendente) Arma Letal.


Shane Black, quien ya tuvo un pequeño papel en Depredador y fue guionista de la mitad de las películas de acción decente en los años 80, debutó en la dirección con esta película en la que la ambición se veía ya sólo en el reparto, que reunía al ex-alcohólico Robert Downey Jr. con el conflictivo Val Kilmer, como si Black no temiera un posible apocalipsis en medio del rodaje.
Pero el guionista sabía lo que se hacía, y no sólo supo controlar perfectamente a sus actores, sino que les sacó sus mejores actuaciones hasta el momento y los puso a plena disposición de un guión que echaba un vistazo al cine negro de una forma pocas veces vista.


Así, a la hora de realizar una actualización de las historias de Dashiell Hamett o Raymond Chandler, sobre el engaño y las traiciones, el cineasta no optó por una visión excesivamente respetuosa, sino por una actualización de su filosofía tanto el mundo moderno como al medio cinematográfico.


Black nos cuenta una historia de perdedores y tipos de sueños frustrados, envueltos en la sordidez del mundo (impresionante la referencia al abuso de menores), como quien expía sus demonios largamente encerrados y abre su alma al público; y lo hace, lejos de lo que cabría esperar de un debutante tardío y no demasiado brillante como guionista, con un uso del metalenguaje inusual.


El director utiliza una estructura hasta cierto punto de libro, como la división por capítulos y la voz en off, y se vale al mismo tiempo del lenguaje cinematográfico de forma no muy usual, con escenas alucinatorias (la hilarante resurrección final) y pausas en la cinta (sublime epílogo); lo cual, aunque en ocasiones no funcione tanto como debería, descubre no sólo a un tipo con buenas ideas, sino que además sabe cómo llevarlas a cabo.


Kiss Kiss Bang Bang termina siendo una película de género negro más inteligente de lo que cabe esperar y aunque no sea especialmente genial sí resulta entretenida y estimable.


1 comentario:

  1. Lo mejor que ha hecho Shane Black en su vida, un guión originalísimo, un reparto en estado de gracia, autoparodia, metalenguaje, mucha coña con los happy end habituales de Hollywood, vamos, una película memorable.

    ResponderEliminar