domingo, 20 de septiembre de 2009

Invasión

(The Invasion, 2007)





A continuación se presenta la crítica seria y pretenciosa de Bob.
Si desean la crítica destructiva y socarrona que hice, les remito a El blog de Randy:
Parte I
Parte II


Para terminar con los ultracuerpos y las asimilaciones, despues de Don Siegel, Phillip Kaufman y Abel Ferrara, que mejor forma que meternos de lleno en la industria cinematográfica Hollywoodiense actual. Inolvidable fábrica de superéxitos veraniegos que tan buenos y malos recuerdos nos ha dejado.


El alemán Oliver Hirschbiegel saltó a la fama no por su estimable película El experimento o por sus colaboraciones en esa abominación que es Rex un policía diferente, sino por El Hundimiento, la película que, dicen, retrata la humanidad de Hitler de forma desgarradora (sobre lo que, no habiéndola visto, no puedo opinar).
La productora Warner Bros no dudó entonces en ponerse en contacto con él para encargarle la dirección del que sería la cuarta adaptación oficial del relato de Jack Finney "The Body Snatchers".
No está claro si los ejecutivos de Warner habían visto o no las películas de este hombre o si habían leído siquiera el guión que le habían dado. Es muy probable que no hicieran ninguna de las dos cosas, porque su reacción al ver la película rodada por el alemán fue ponerle de patitas en la calle.


La mejor idea que tuvieron para solucionar ese montaje, que no ha visto la luz a día de hoy, fue llamar a los mismísimos hermanos Wachowsky, los tipos que tuvieron un golpe de suerte con Matrix y a los que la catastrófica Speed Racer ha puesto en su sitio (es decir, el olvido).
Los cineastas trajeron al director James McTeigue, quien se encargó de rodar las numerosas escenas que habían añadido al guión. Más explosiones, más acción y más Daniel Craig, cuyo pequeño papel en el guión original era ahora extendido para poder poner su nombre en el poster.


Como suele pasar cuando los remontajes entran en escena, el resultado final termina siendo verdaderamente confuso. Invasión no sólo es un caso más, es la absoluta epítome de este fenómeno.
Y es que la película no aporta nada nuevo a la historia (salvo un timidisimo apunte sin demasiado sentido en su epilogo, absurdo y facilón), sino que la utiliza como mera excusa para poder desarrollar una historia de sustos tontos, escenas de acción y supuesta tensión emocional.
La película pierde absolutamente el norte ya desde su comienzo y su hora y media de metraje es un no parar de inconsistencias y, directamente, estupideces.
Y no es que en esto último difiera de muchos otros entretenimientos veraniegos, pero, a diferencia de ellos, Invasión derrocha una aureola de autoimportancia y trascendencia única.


Que la película fue escrita y rodada por dos sensibilidades diferentes se nota, y mucho.
No es cuestión de ir a lo fácil y decir que la visión de Hirschbiegel, más calmada y psicológica, era mejor que la de McTeigue, más centrada en la acción: tanto las escenas dramáticas como las más movidas resultan igual de simples.
Los personajes son estereotipos andantes (la madre que busca a su hijo desaparecido) cuyas acciones tienen poco o ningún sentido y se enfrentan a la invasión de los ultracuerpos de una forma que hubiera enorgullecido al mismísimo Arnold Swarchenneger (no hay más que ver su comienzo repleto de efectos visuales de, dicen, última generación). Añadir explosiones y persecuciones no salva un mal thriller y en todo caso hace un contraste tan brutal que termina de hundirlo.
La parte dramática de la película, por su lado, carece de tensión alguna. Las enigmáticas sustituciones y los terroríficos comportamientos anormales de las tres versiones anteriores son aquí filmadas como si de un mal telefilme se tratara, sin dar emoción o tensión ninguna a la obra y creando en el espectador un sólo deseo ferviente, que las malditas vainas los posean a todos de una vez y se acabe la cosa.
Y sí, la película acaba, pero lo hace de la forma más forzada, y simplona que les fue posible concebir a las mentes pensantes detrás de la máquina de escribir.


Al final, a todos aquellos que despotrican contra los remakes, la saga de los ultracuerpos ha terminado dándoles la razón con una cuarta versión que toma de aquí y de allá, sin aportar absolutamente nada e incurriendo en los tópicos más tontos del género de ¿terror? reciente.


3 comentarios:

  1. ¿Rex un policia diferente una abominación? No sabes nada de la vida tio.

    F.d.o. Princesa Consuelo Banana Jamo (a.k.a. Taranga)

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  2. Me he sentido muy dolido por el comentario de que Rex es una abominación. Le demandaré por ello.

    F.d.o. Rex, el policia diferente y a mucha honra.

    P.D. Que conste que el hecho de que el comentario anterior sea de unos minutos antes es meramente fortuito y no estan escritos, ni mucho menos, por la misma persona.

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  3. ¡¡Iros a un motel!!

    La película apesta y Nicole Kidman tiene menos expresividad en el rostro por culpa del botox que los mismos extraterrestres.

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