miércoles, 10 de febrero de 2010

En tierra hostil

(The Hurt Locker, 2008)





Casi como infiltrándose, la última película de Kathryn Bigelow empezó su recorrido en festivales y pequeñas premieres, obteniendo progresivamente más reconocimiento y llegando a la gala de los Oscar (que, las cosas como son cada vez significan menos).


Narrando la estancia de un grupo de desactivadores de bombas del ejercito en Irak, En tierra hostil se inscribe en la moda reciente del cine de películas bélicas contemporáneas; un campo que, hasta día de hoy, nos ha dado más disgustos (Redacted) que alegrías (El regreso, capítulo de Masteers of Horror).


La llegada de Bigelow a la guerra de Irak, pese a la irregular carrera de la directora, no es para nada desdeñable (lo que tampoco significa que no tenga sus fallos, que los tiene, y bastantes), especialmente en su primera hora.
El guión de Mark Boal consigue alejarse durante un rato de los mensajes fáciles que plantean este tipo de obras, para plantear la primera mitad de En tierra hostil como una película de set pieces sobre la guerra.


Y, durante esta primera hora, compuesta de cuatro escenas mayores llenas de tensión, la película resulta verdaderamente impresionante, gracias a la dirección de Bigelow.
La directora de Días extraños se vale de una fotografía realista y un sonido simplemente prodigioso (unido a una banda sonora ausente, lo cual no hace sino delirante su nominación al Oscar) para recrear una grandiosa atmosfera en la que acontecen esas cuatro escenas, llenas de tensión (la gente apareciendo en los balcones mientras se desactiva la bomba del coche) y narradas con una parsimonia que se agradece (el capítulo del francotirador).


Durante esta primera mitad, En tierra hostil es una película de acción más que lograda. Pero su continuación es lo que hace del conjunto una película fallida.
Durante la segunda hora, el guión de Boal entra en algo que había ignorado acertadamente hasta ese punto. Lo que comenzó siendo como un retrato de episodios bélicos logrados se ve en la obligación de adquirir un tinte más dramático y personal que de, supuestamente, un sentido a la película.
Pero lo cierto es que escenas como la de los soldados en la habitación o la del protagonista buscando venganza repiten cosas ya muy vistas, sin llegar a convencer realmente.


Así, En tierra hostil es una película irregular, con una primera hora brillante y una segunda hora olvidable, pero que en conjunto es un proyecto bienvenido en el cine bélico y de acción reciente, con una factura visual y sonora impresionante.

1 comentario:

  1. The Hurt Locker me decepcionó y aburrío, pero lo de Guy Pierce no me lo espraba la verdad, eso estuvo bien, así como el inicio del film.

    En cambio Redacted me parece genial, de lo mejor de De Palma.

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